Fecha de actualitzación: abril 2024
Rodiola (Rhodiola rosea)
La Rodiola, también conocida como Raíz del Ártico o Raíz de Oro, es una planta de la familia Crassulaceae con notable habilidad para sobrevivir en condiciones de frío extremo.
Originaria de Rusia, el norte de Europa, Asia y Norteamérica, la Rodiola prospera en terrenos inhóspitos, incluso en las zonas más altas de los Pirineos y los Alpes.
Aplicaciones Tradicionales y Composición Química
Durante milenios, las comunidades locales han utilizado a la Rodiola tanto como alimento, como remedio medicinal. La primera mención escrita data del año 77 aC, documentada por Discordias en su libro De Materia Médica.
Algunas comunidades consumen las raíces frescas en ensaladas, mientras que en algunas regiones en el norte de Canadá las utilizan una vez fermentadas. Antiguamente, la rodiola se usaba para combatir los efectos del clima en zonas extremadamente frías.
Su composición química es rica y diversa, de la raíz se extraen aproximadamente 140 compuestos pertenecientes a las siguientes familias: alcoholes monoterpénicos y sus glucósidos, feniletanoides, fenilpropanoides, flavonoides, flavonlignanos, proantocianidinas y derivados de ácido gálico.
Actividad: Evidencias y recomendaciones
Una de las características más notables de Rodiola es su capacidad adaptogénica, ayudando al organismo a resistir estímulos estresantes, tanto físicos como emocionales. Esto le hace una opción ideal para gestionar el estrés y la fatiga, ya que ayuda a regular la respuesta del cuerpo en situaciones difíciles.
La planta también ha demostrado tener efectos neuroprotectores, cardioprotectores y antidepresivos, estimulando la actividad del sistema nervioso central.
La monografía de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) destaca el uso tradicional de la Rodiola para aliviar síntomas de astenia, como la fatiga y la debilidad.
Los estudios clínicos no han detectado interacciones con otros medicamentos, pero se recomienda supervisión médica especialmente durante el embarazo y la lactancia, ya que todavía carecen de estudios específicos en este ámbito.
La Rodiola, con su historia tradicional y los beneficios farmacológicos demostrados, surge como una opción prometedora para combatir el estrés, la fatiga y mejorar la salud mental. Su versatilidad y su capacidad para adaptarse a condiciones extremas la posicionan como una planta para seguir investigando.
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