Fecha d’actualitzación: abril 2025
Las tisanas se obtienen tratando las drogas vegetales con agua a fin de extraer los distintos principios activos. Existen tres procedimientos de extracción: infusión, decocción y maceración.
En los tres casos partimos de drogas vegetales previamente trituradas que pesaremos o mediremos antes de realizar el procedimiento de extracción adecuado.
Es muy importante que, en las infusiones de mezclas de plantas, los trocitos sean pequeños y lo más homogéneo posible, sobre todo cuanto mezclamos diferentes partes de plantas como hojas, tallos, semillas, etc.
Infusión
Se utiliza para extraer la mayor parte posible de principios activos, solubles en agua, de las partes delicadas de las plantas y para las especies aromáticas en las que la ebullición comportaría la volatilización de los principios activos.
Preparación:
- Colocar la cantidad prevista de droga vegetal en un recipiente (preferiblemente de porcelana, barro o cristal) que resista el calor. Se puede poner suelta, en un colador o bolsa (de ropa o papel filtrante) para infusiones que se coloca dentro del recipiente.
- Verteremos el agua (previamente medida) a punto de hervir sobre las plantas.
- Tapamos el recipiente y dejamos reposar la mezcla el tiempo adecuado para obtener la extracción y disolución de los diferentes principios activos. Para calcular ese tiempo conviene consultar la monografía de la planta o plantas, pero por regla general será de 5 a 10 minutos, teniendo en cuenta que cuanto más gruesas o duras sean las partes de las plantas utilizadas, más tiempo necesitará la extracción.
- Por último, colaremos la infusión o si las plantas se han puesto en un colador o bolsa, la levantaremos y dejaremos colar el líquido retenido
Conservación:
Por regla general, las infusiones se pueden conservar unas 12 horas a temperatura ambiente, guardarlas en el frigorífico si hace mucho calor ahora bien hay que prestar atención a que no hiervan si se calientan otra vez para tomarlas.
Aunque es más recomendable la preparación extemporánea para cada presa, de esta forma evitamos que se volatilicen los aceites esenciales o se precipiten parte de las sustancias disueltas.
Dosificación:
Dependerá de la planta o plantas utilizadas, pero a menudo es entre 1 y 3 cucharillas de café por taza de agua (aprox. 200 cc) o de 10 a 30 g por litro de agua, por planta entera, hojas, semillas y frutos, mientras que para las flores está entre 5 y 15 g.
Se suele administrar de 2 a 3 tazas al día.
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