Fecha actualización: junio 2025
Las plantas medicinales administradas en forma de polvo permiten aprovechar al máximo los principios activos de las plantas, especialmente cuando se trata de partes duras como raíces, pero también cuando interesa suministrar principios activos difíciles de extraer en frío y lábiles al calor.
La forma más idónea para administrar polvo es en forma de cápsulas o comprimidos, ya que permite una dosificación más exacta. Los comprimidos o cápsulas de polvo es conveniente administrarlas acompañadas de un vaso de agua o incluso con una infusión de una planta o plantas que pueden ejercer un efecto sinérgico o complementario.
Por lo general, a excepción de las plantas eupépticas y digestivas, suele ser conveniente administrarlas entre comidas o una media hora antes.
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