Es aconsejable ducharse con la varicela?

La varicela es una enfermedad eruptiva y contagiosa, ocasionada por un virus de la familia de los herpes.

Se transmite por vía respiratoria, por inhalación de las gotitas de saliva que expele la persona enferma al respirar o hablar y por contacto directo con las lesiones cutáneas.
Afecta principalmente a los niños, normalmente entre los 2 y los 10 años, a los que confiere inmunidad para toda la vida.
Los adultos que no la padecieron durante la infancia en contacto con enfermos de varicela pueden presentarla de adultos, normalmente en forma más grave.

SINTOMATOLOGÍA

Suele aparecer en brotes epidémicos normalmente en invierno o primavera. Los primeros síntomas que aparecen son fiebre, cansancio y unas pequeñas manchas rojas en la piel. En 24 horas las manchas pasan a ser mucho más numerosas y se van recubriendo de una vesícula llena de un líquido claro. Es decir, la erupción cutánea se convierte en pruriginosa.
Esta sintomatología característica se manifiesta entre dos y tres semanas después de la exposición al virus. Se localiza principalmente en el cuero cabelludo, cara, tórax y en menor grado en las extremidades. Las vesículas continúan su evolución durante dos o tres semanas; mientras unas se van curando, aparecen otras nuevas.
El enfermo presenta la piel cubierta de lesiones de aspecto y estado distinto. El líquido de las vesículas disminuye y se forman costras. El cansancio suele durar también un mes. Se acompaña de otras manifestaciones respiratorias como tos seca al principio, junto con fiebre, que puede elevarse hasta los 40 ºC. La mayoría de los casos evolucionan favorablemente en unas dos semanas.

Hay que procurar no rascarse, aunque el picor sea muy intenso, porque pueden quedar cicatrices o complicarse la evolución de las vesículas —mucho más lenta en adultos que en niños—.
De forma general, las duchas o baños no están aconsejados porque pueden dañar la piel hasta que aquellas no vayan secándose.

Para aliviar el picor, el pediatra suele recomendar por ejemplo loción de calamina. Asimismo, mantener al paciente en un entorno más bien fresco ayuda a llevarlo mejor, ya que el calor y la humedad lo empeoran. Para la fiebre debe usarse paracetamol.
Actualmente existe también una vacuna para prevenir su aparición.
Las costras acaban de desaparecer en unos meses sin dejar señal si no se han rascado. Debe tenerse sumo cuidado con la exposición al sol cuando se vuelve a salir, para que realmente no queden cicatrices.
Después de la infección, el virus de la varicela queda almacenado en ciertas partes del sistema nervioso, por lo que puede reactivarse en determinadas circunstancias cuando hay una disminución de la inmunidad y dar lugar a la aparición de un herpes zoster.

El contagio puede producirse hasta el momento en que se curen las lesiones cutáneas.
Cortar las uñas de los niños enfermos sirve para evitar de algún modo las lesiones por rascado.
La persona que pasa la varicela presenta inmunidad frente a la enfermedad durante toda la vida.